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Oraciones De La Biblia
Para hacer eficaz cualquier oración, tenemos una herramienta poderosa y tremendamente influyente, La Biblia.
Porque sabemos que serán de gran valor para ti, enseguida te presentamos unas preciosas oraciones de la biblia.
📖 Oración Para Antes De Leer La Biblia
Espíritu Santo, a ti en este momento acudimos, pidiéndote nos des entendimiento, discernimiento y sabiduría; ayúdanos a comprender tu palabra y a encontrar en cada texto leído, el mensaje que tú nos quieres manifestar.
Desnuda nuestro corazón y ayúdanos a llevar tu palabra en cada una de nuestras acciones, a ser ejemplos tuyos, a ser testimonios de tu fe y a mirar a nuestros hermanos con los ojos de la bondad, para extender tu devoción por más peregrinos, para que unidos en este mundo, logremos avanzar, hacia el conocimiento divino, hacia el amor y la salvación.
Instruye en nosotros, lo que debemos hacer, pensar y decir, que sea tu Palabra quien se apodere de las nuestras y seamos signos en este mundo de tu presencia. Amén.
💕 Oración De Jabes De La Biblia
Tú mi Señor, tienes el poder de librarnos de todo mal, de expandir mi territorio y abrir nuevos caminos en mi entorno.
Mis pensamientos y mis obras a ti mi Señor te las confío, en ti me abandono y a ti doblego mi rodilla, ante ti me inclino y a tu poder me cobijo, no pueda mi condición humana alejarse de mi camino, sea suficiente para mi vida tu guía, acompañamiento y protección.
Así como Jabes, quien, con ruego apasionado y fervorosa fe, no cesó ni un instante de aclamarte y suplicarte, porque comprende tu grandeza y reconoce tu presencia. Ayúdanos a tener en nuestra vida diariamente; la constancia y paciencia, la insistencia y el amor, con el cual Jabes siempre rogó, y se acogió a tus designios.
Que seamos como Jabes, fieles en la Oración en todo lo que hacemos, pensamos y digamos. Amén.
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🙏 Todo Lo Que Debes Saber Sobre Estos Rezos
🙌 Introducción
Qué mejor manera de orar y alabar a Dios, que leyendo la Sagrada Biblia. Creer que Nuestro Salvador escucha la oración que le dirigimos y que él nos responde, es fundamental para poder orar. El pueblo de Israel sabe lo que es el poder del señor y lo que es pedir en oración, sin cohibición y deseando que la naturaleza y la historia, reciban su bendición y protección.
En el Antiguo Testamentos encontramos pasajes bíblicos en los que el mismo Dios es quien anima a su pueblo para que lo invoque, un llamado que promete responder. Y es Dios mismo quien proporciona el aliento y la esperanza para creer en un mejor futuro, pero esa realidad solo es posible, si el pueblo suplica su ayuda, una solicitud con todo el corazón.
Dios ya conoce nuestras necesidades, para conocerlas no necesita de nuestra oración, pero él desea que sus criaturas oren, pues desea que los hombres lo reconozcamos como el dador de todos los dones y que establezcamos con Él una relación filial que perdure para siempre.
Lo importante es apreciar y valor las Sagradas Escrituras, pedir al Espíritu Santo nos ilumine para saber discernir su mensaje y llevar a la práctica con nuestro testimonio de vida, todo lo que él nos dice, pues no podemos simplemente cumplir con leer unas cuantas líneas, a las que no le sacamos el verdadero gozo espiritual, ni aprovechamos de ese alimento, que como cristianos nos fortalece.
Como cristianos debemos establecer conductas y disciplina en nuestro camino, desde que estamos niños y seguir cultivando en cada etapa de nuestras vidas, los valores y costumbres que, en este hermoso camino, nos ayude a crecer, para el bien de nuestras almas y las de los demás.
Leer fervorosamente la Biblia, siempre con la presencia del Espíritu Santo, es mucho más fácil comprender que es lo que Dios quiere de nosotros, y nos ayuda a entrar en verdadera confianza con Nuestro Padre, a realizar una oración que sale desde nuestro corazón y nos pone en la sintonía correcta.
Así como Jabes, quien pidió fervorosamente ser liberado definitivamente del daño del mal. Un hijo que nació del dolor y quien se destacó entre sus hermanos, y por quien podemos entender que pedir en oración no es simplemente una rutina o una costumbre, lo que pedimos en oración con total devoción, es escuchado por el padre santo.
Significado Bíblico De Orar
Tal y como lo vemos plasmado en la Biblia, la oración es una fuente poderosa para todo creyente, y como allí mismo lo podemos apreciar; nuestro mayor guía y ejemplo, es Jesús; quien, por medio de la oración desde el amanecer, buscaba ansioso el rostro de Dios y ya fortalecido con ella, pudo sanar enfermos, resucitar muertos y realizar infinidad de milagros.
Podemos apreciar cuando ora por Lázaro, como da gracias al Padre fervorosamente, por la resurrección de Lázaro, antes de que este resucitara. Un claro ejemplo de la oración ligada íntimamente con la fe.
También nos enseña el poder que tiene la oración, para vencer tentaciones y algo mucho más relevante; su fortaleza ante la prueba más difícil y contundente, salvar a la humanidad de todos los pecados cometidos, subiendo a una cruz y dando la vida por ellos. Pero su oración era constante y aun padeciendo los más terribles dolores, y sangrando incesantemente, seguía orando por aquellos que le ocasionaron, tanto dolor.
Nuestra oración comienza a ser efectiva, cuando aprendemos a orar, cuando comprendemos que La Biblia es el único medio efectivo que nos enseña a orar correctamente. Leerla con frecuencia nos ayuda a encontrar en las Escrituras nuestra guía espiritual. Allí encontramos ejemplos claros de oración que nos enseña como pedir al señor, siguiendo su voluntad.
Muchas personas se apoyan en oraciones escritas para poder aprender a orar. Y es que en la Biblia podemos leer como los discípulos le pedía a Jesús, que los enseñara a orar, y quién más indicado para enseñarnos, pues Jesucristo es nuestro más fiel ejemplo.
Dejándonos una linda y universal oración, aquella que no solo debe salir de nuestros labios, debe salir de nuestro corazón, El Padre Nuestro, la oración que nos acerca al Padre, nos conduce por su camino y es la primera de muchas oraciones que gracias a la Biblia podemos aprender y encender en nuestro corazón la llama viva fuego, del amor de Dios.
🎯 Conclusión
Como podemos ver, La Biblia, no es un libro cualquiera, es un libro escrito por los hombres, pero inspirado por el Espíritu Santo.
No podemos estar temerosos a la hora de querer orar y hablar con Dios, debemos tener la tranquilidad y confianza que nos da su Palabra y apreciar en tan valiosa herramienta, todo lo que nos puede proporcionar en bien de nuestra vida espiritual.
Este libro Sagrado, no es solo un alimento que enriquece nuestro espíritu, y nos acerca a Nuestro Padre Celestial, es también el mensaje que el señor nos quiere transmitir a cada uno de manera individual, pero lo que a él más le agrada, es que llevemos su Palabra a otras personas, a aquellos que están sedientos y no lo conoce aún, a todos sin excepción.
Pues todos somos hijos suyos y tocar nuestro corazón para guiarnos por el camino correcto es su propósito, para salvarnos y llevarnos de su mano, hacia la eternidad.
Con la oración es mucho lo que podemos conseguir, y si la hacemos basándonos en la Biblia, nuestra oración tiene un toque especial; pues poco a poco masticamos este rico alimento espiritual, que fortalece nuestra oración y nos ilumina para que de nuestros labios salgan las más acertadas palabras y lleguen a su corazón.
No son necesarios grandes conocimientos, el Señor nos conoce y él nos ayuda en todo momento, nos bendice y por medio de su Palabra, pone en nosotros la capacidad para encontrar en los diversos libros que componen la Biblia, dependiendo de cada situación o necesidad.
Pues nuestra oración, no solo debe ser de petición, también debemos hacer oración de alabanza, de entrega, de amor, de adoración, de agradecimiento y de entrega constante. Empleemos nuestro tiempo en alimentar nuestro espíritu y aprender a conocer el tesoro, que Dios nos tiene preparado para cada uno de nosotros.
Desde hoy toma con amor y respeto la Biblia en tus manos, cierra los ojos y pide al Espíritu Santo, guíe tu lectura y que sea él quien oriente tus ojos, pronuncie tus palabras y llegue a tu corazón, con la convicción de empezar una nueva vida, con un rumbo santificante para ti, y para el mundo.
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