Oración A Dios: Para Dar Gracias, De Agradecimiento, Padre y Más

Señor Dios, Infinitas gracias te damos por las bendiciones y favores que nos has concedido. Jamás nos abandonas en las épocas difíciles y te encargas de proteger nuestra vida desde el Paraíso.

Agradecemos que siempre nos concedas milagros y gracias y no nos desampares cuando aparecen las dificultades. Tu bondad perdona nuestras faltas y también redime nuestros pecados.

Gracias por alejar a las malas personas de nuestra vida y no permitir que cumplan su propósito de vernos caer. No permitas que nuestros enemigos nos lleven al abismo de la desesperación.

En tus manos encomendamos nuestro bienestar, porque bajo tu refugio todo es posible. Amén.

Dios Todopoderoso, me coloco tu armadura para estar siempre bajo tu protección, pues con ella puesta nada ni nadie me podrá agobiar.

El odio y la envidia de mis enemigos no me harán daño ni tampoco afectarán mis propósitos, porque tendré puesta tu armadura divina.

Todo ataque que esté dirigido hacia mí no podrá cumplir su cometido, ya que tu sagrado escudo lo impedirá. Bajo tu armadura celestial la maldad jamás me tocará.

¡Oh! Dios mío, regálame la gracia de estar protegido/protegida por tu armadura, pues tengo la certeza de que con ella todo mal y peligro se alejará. Amén.

Dios Padre, que te encuentras en el cielo y siempre vigilas que nada malo me suceda, te doy infinitas gracias por los favores y milagros que me has concedido a lo largo de mi vida.

Imploro que abras mis caminos cuando la oscuridad se apodere de mi entorno y no dejes que caiga en la desgracia en los tiempos de adversidad. Señor, haz que en mi sendero solo reine la paz y la serenidad, por favor.

Líbrame del mal y no me dejes caer en las tentaciones, pues mi deseo es estar a tu lado y jamás ofenderte, ya que para mí lo eres todo. Amén.

Padre Celestial, acudo a ti para que (nombrar el favor), pues tú siempre me ayudas en los momentos complicados. Yo confío en ti, porque tú siempre me has otorgado tu auxilio cuando más lo necesito.

¡Oh! Señor Todopoderoso, haz posible lo que humildemente te vengo a implorar, porque tú eres el único que me puede ayudar.

¡Oh! Dios mío, deposito en ti mi confianza, sabiendo que jamás desamparas a tus hijos en los tiempos de adversidad.

También te solicito que perdones todas mis ofensas y no me dejes caer en las tentaciones.

No te olvides de cumplir mi noble petición, así como yo nunca dejaré de alabarte. Amén.

Dios Todopoderoso, que siempre me proteges de todo mal, ruego que perdones mis pecados, porque yo soy un ser débil, pero mi amor por ti no se debilitará.

Regálame el favor del perdón, pues sé que gracias a tu bondad y misericordia no me abandonarás. ¡Oh! Dios mío, perdón, pues tú comprendes que no deseo ofenderte.

Perdóname por ofender a mis semejantes, por no agradecerte cuando me concedes milagros, por caer en las tentaciones, por olvidarme de ti en las épocas de abundancia.

Señor, líbrame de todo mal que ronde mi entorno y no me dejes caer en las dulces tentaciones que buscan conducirme al valle de la devastación. Amén.

Señor, tú eres mi luz y mi esperanza. Guías mi camino cuando las nubes malignas se ciernen sobre mi vida.

Haz realidad todo lo que para mí es imposible, porque yo confío en tu generosidad.

Sin tu compañía no soy nada. Sin tu compañía la oscuridad se apodera de mi camino. Sin tu compañía la maldad agobia mi tranquilidad.

Por favor, aleja las tentaciones y los pecados para que jamás llegue a ofenderte, ya que tú eres lo más importante que tengo.

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, pues yo confío en tu omnipotencia y tengo la certeza de que no te olvidarás de mí.

Hágase tu voluntad. Amén.

Dios Todopoderoso, acudo ante ti porque la angustia y la ansiedad no me dejan encontrar la tranquilidad. Sé que a tu lado descansaré y nada ni nadie me podrá agobiar.

Te suplico que transformes la desesperación en serenidad, ya que eso me impide llegar a alcanzar la felicidad.

Mi Señor, acompáñame por favor para que en mi vida no haya oscuridad ni infelicidad, pues tú solo dejarás que la calma me guíe hacia la eternidad.

¡Oh! Padre Creador, dame refugio bajo tu amparo para que la paz siempre reine y los momentos de dificultad no regresen más. Amén.

Amado Padre, me arrodillo ante ti para suplicarte que te apiades de tu humilde siervo.

Protégeme de las injusticias y los malos deseos. Cuídame de los infortunios y las enfermedades. Conviértete en mi protector para que la maldad no me haga daño. Cúbreme con tu sagrado manto celestial y las desgracias no me afectarán.

Guía mi camino para que alcance la seguridad eterna. Acompáñame y los espíritus malignos se irán, porque contigo a mi lado encontraré la paz.

¡Oh! Señor, dame refugio bajo tu amparo para que nada malo me suceda. Otórgame prosperidad para que en mi vida haya éxito y fortuna. Amén.

Señor Dios, hoy vengo a implorar que fortalezcas mi salud para que las enfermedades y las desgracias no afecten mi bienestar.

Deseo que seas mi protector para que las maldiciones de mis enemigos no me aflijan, ya que ellos están cegados por los malos deseos de Satanás.

Dame fuerzas cuando la debilidad intente apoderarse de mí y no permitas que nada me haga daño.

Anhelo que te conviertas en mi sanador cuando los infortunios toquen a mi puerta. Ten compasión de mí y sáname, pues tú todo lo puedes hacer posible.

No me desampares, por favor, pues con tu compañía nada me hará daño. Amén.

Dios mío, vengo a suplicarte que me ayudes para que el amor llegue a mi vida, pues tú comprendes que la soledad está consumiendo mis días y solo atrae la tristeza.

La infelicidad se adueña de mi entorno y las lágrimas caen de mis ojos, pero con tu bendición todo eso se transformará solo en alegría.

Siembra amor y esperanza en mi corazón para terminar con el odio y la envidia que lo han estado afligiendo.

Padre, haz que encuentre el amor verdadero. Yo me comprometo contigo a que los dos formaremos un hogar conforme a tus designios. Amén.

Amado Dios, protector de los débiles y guía de los afligidos, ruego que (nombrar el favor). Yo vengo ante ti a pedirte que me ayudes en mis penurias, porque eres mi padre y no me abandonarás.

Te doy las gracias por escucharme y ayudarme en las épocas de adversidad. Nunca me desamparas, a pesar de que yo constantemente te ofendo.

Tú puedes hacer realidad lo que para nosotros los humanos es imposible. Por eso, yo te imploro que me otorgues tu sagrada mano para que las dificultades me dejen de agobiar.

Señor, en tus manos encomiendo mis problemas y necesidades, pues yo sé que tú los resolverás de inmediato. Amén.

Querido padre, te doy las gracias por regalarme un gran día más en vida y siempre acompañarme en los momentos difíciles. Agradezco que no me desampares a mí ni a mis seres queridos.

Regálale sabiduría a mis padres para que en todo momento se encuentren felices y el odio no tome posesión de sus pensamientos. Haz que la armonía reine en mi hogar y así nunca habrá ningún problema ni malestar.

Señor, te pido que te conviertas en mi guardián para que las malas personas no afecten mi bienestar. También te solicito que cuides a mi familia de todo mal y peligro que esté presente a su alrededor. Amén.