Oración A Santa Lucia

Bienaventurada y admirable Santa Lucía, patrona de la vista y protectora de los afligidos, ayúdanos a encontrar el camino hacia la vida eterna.

Tú que eres reconocida por ser la abogada de los ojos, concédenos el privilegio de ver perfectamente para evitar caer en las tentaciones.

Haz que nuestros ojos estén a salvo y no sean afectados por ninguna enfermedad. Que nuestra vista nos ayude a mantenernos al lado del Señor.

Bendita virgen y mártir cristiana, llénanos de fe y no permitas que nos perdamos en el valle de los lamentos. Amén.

Venerable Santa Lucía de Siracusa, hoy te imploro que cures mis ojos, ya que están siendo afectados por una grave enfermedad.

Concédeme el privilegio de ver bien sin necesidad de someterme a un costoso tratamiento o preocuparme por el dolor que siento.

Sáname y permite que pueda volver a ver con claridad, así como el Señor te iluminó luego de que los infieles te hubieran arrancado los ojos.

Querida patrona de la vista, líbrame de cualquier enfermedad que busque afectar la salud de mis ojos, te lo ruego de todo corazón. Amén.

Gloriosa Santa Lucía, me arrodillo a tus santos pies para solicitar que me concedas la gracia de (nombrar el favor).

Tú que eres una santa compasiva y generosa con todos sus fieles devotos, ayúdame a alcanzar la prosperidad que tanto necesito.

Ten piedad y muéstrame el camino hacia la luz para dejar atrás la oscuridad que me atormenta y no me deja gozar de una vida mejor.

Santa Lucía, atiende mi petición y cúmplela, por favor, ya que jamás se ha escuchado que hayas ignorado las súplicas de tus creyentes. Amén.

¡Oh! Dignísima Santa Lucía de Siracusa, tú que eres la luz de los invidentes y el auxilio de los pobres, permite que (nombrar el favor).

Te imploro que me escuches y no dejes que continúe siendo víctima de los problemas, que solo buscan generar más angustia y desolación.

Haz realidad el favor que para mí resulta imposible en este momento, ya que el Señor te brindó la facultad de auxiliar a los menos favorecidos.

¡Oh! Venerable virgen, no me abandones en estos momentos de oscuridad e incertidumbre, pues solamente tu bendición me permitirá encontrar la paz. Amén.

Alabada Santa Lucía, hoy vengo a pedirte que tengas misericordia y sanes mi vista de cualquier enfermedad.

Tú que diste los ojos por amor a Dios, sálvame de la debilidad y no permitas que las enfermedades me arrebaten la posibilidad de ver con claridad.

Bendíceme para que pueda recuperar mi vista sin necesidad de pagar tratamientos costosos o someterme a una intervención quirúrgica.

Santa Lucía, en tus manos deposito el bienestar de mis ojos, porque tú eres la abogada de la vista y tienes la facultad de curarlos de todo mal. Amén.

¡Oh! Gloriosa Santa Lucía, tú que eres la representación del amor de Dios, permite que mi vida amorosa esté llena de gracias y alegrías.

Guíame para que logre alcanzar la prosperidad y no ser víctima del sufrimiento. Haz que en mi vida solo haya felicidad y buenos deseos.

Enséñame el camino correcto para triunfar en el amor sin caer en el valle del dolor. Sálvame de cualquier rencor, envidia o soberbia que pretenda lastimar mi corazón.

¡Oh! Bendita Virgen de Siracusa, escúchame y no me desampares, porque solo bajo tu bendición podré encontrar la gracia en el amor. Amén.