Oración A San Jorge: Contra Todo Mal, Para El Amor y Más

¡Oh! San Jorge Bendito, auxilio de los necesitados y guardián de los afligidos, te imploro que me ayudes a vencer cualquier mal que se interponga en mi camino.

Tú que eres el protector de los indefensos, protégeme de todo mal y peligro. Permite que solamente las buenas sensaciones me acompañen.

Lléname de fe y fortaleza para que no sea víctima de la debilidad y sus malos deseos. Haz que en mi vida reine la paz y aleja cualquier problema de mi alrededor.

¡Oh! Alabado San Jorge de Capadocia, bendíceme y no me desampares, porque bajo tu cuidado nada ni nadie me podrá afectar. Amén.

Andaré noche y día bajo la protección de San Jorge. Ningún mal me podrá causar angustias ni sufrimientos mientras esté con él.

Que mis enemigos no me puedan ver ni tampoco desear el mal, porque cuando eso suceda, San Jorge estará presente para salvarme de sus malas acciones.

Andaré libre y tranquilo, así como Nuestro Señor Jesucristo lo hizo durante nueves meses, ya que bajo el cuidado de San Jorge nada me afectará.

San Jorge, protégeme hoy y siempre para nada ni nadie me haga daño. Que tu sagrado escudo me cuide todo mal y peligro. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh! Alabado San Jorge de Capadocia, vengo ante ti a implorar que me bendigas para que el amor llegue a mí. Que solamente los sentimientos positivos guíen mi camino.

¡Oh! Bendito santo del Señor, ilumíname para que goce del amor. No permitas que nada ni nadie me cause tristeza o dolor.

Cúbreme con tu poderoso escudo para que el odio y la envidia no logren apoderarse de mi vida. Que las malas sensaciones se alejen a partir de este momento.

Yo confío plenamente en tu misericordia. Por eso, te ruego que me escuches y no me desampares, porque solo con tu protección podré alcanzar la gracia en el amor. Amén.

Amado San Jorge, vengo ante ti para solicitar que me ilumines, pues comprendes que en poco tiempo tendré un juicio muy importante para mi vida.

Haz que la verdad triunfe por encima de las calumnias y las falsas acusaciones. Permite que la justicia sea más poderosa que las malas intenciones de las personas perversas.

Llena de sabiduría y entendimiento al juez para que comprenda que debe fallar a mi favor. Que no se deje convencer por las actuaciones de mis enemigos.

Querido santo de Dios, ten misericordia de mí, por favor. Ayúdame a ganar ese juicio y no permitas que ninguna persona vuelva a difamar mi buen nombre. Amén.

¡Oh! Amado San Jorge, te imploro que domines a (nombre de la persona). Controla su alma, mente y corazón para que solamente me pertenezca a mí.

Tú que fuiste elegido por el Señor para traer paz y amor, domina la vida de esa persona para que las debilidades y los malos deseos se alejen de su alrededor.

¡Oh! Santo de Dios, controla a (nombre de la persona) y no dejes que caiga en la tentación. Que en su vida solo haya afecto y alegría.

San Jorge, escúchame y no me abandones, por favor. Haz realidad esta humilde petición, pues sabes que no pretendo hacer el mal. Amén.

Bendito San Jorge de Capadocia, soldado y seguidor del Señor, ayúdame a obtener victoria contra todo mal. Que tu sagrada espada venza a los espíritus malignos que me acechan.

Tú que lograste derrotar al dragón con la ayuda de Dios, sálvame y no me dejes caer en la perdición. Disipa cualquier conjuro, hechizo o maldición que busque causar dolor.

Poderoso guerrero del Altísimo, dame la fortaleza suficiente para salir victorioso de la batalla contra el mal y poder gozar de paz y tranquilidad.

San Jorge, no me desampares ni de noche ni de día, porque solamente a tu lado encontraré la serenidad y estaré a salvo de todo mal. Amén.

Venerable San Jorge, me arrodillo ante ti para rogar que me brindes buena salud y prosperidad. No permitas que las enfermedades ni los infortunios lleguen a mi vida.

Tú que eras un guerrero sabio y valiente, conviértete en mi fiel protector para que la debilidad se aleje de mi alrededor.

Que las dolencias no me hagan caer en el abismo de la perdición. Que las aflicciones no me arrebaten la satisfacción. Que el mal no me aleje de la salvación.

Alabado Santo de Dios, lléname de buena salud para que las enfermedades no se apoderen de mi interior y permite que la paz reine a mi alrededor. Amén.

San Jorge, tú que fuiste un soldado valiente y justo, conviértete en mi protector para que no me aflijan las desgracias ni los infortunios.

Dame refugio y protégeme de las penurias, maldiciones, peligros, hechizos y demás malas acciones. Que todo mal y peligro se aparte de mi lado y no regrese jamás.

Cuídame de mis enemigos, porque con tu ayuda no cederé ni tampoco sufriré. Lléname de prosperidad y buenos deseos y no me dejes caer en el valle de los sufrimientos.

Escucha mi petición y sálvame de la perdición, porque tú eres un ser bondadoso con las personas desprotegidas. Amado San Jorge, en tus manos encomiendo mi bienestar. Amén.

¡Oh! Querido San Jorge de Capadocia, luz de los perdidos y protector de los afligidos, ayúdame a encontrar el sendero hacia la prosperidad y el sosiego.

Tú que venciste las dificultades y jamás te desviaste del buen camino, permite que la luz llegue a mi vida para que logre salir de la oscuridad y las penurias.

Abre mis caminos a la abundancia y la prosperidad para que las desgracias no me sometan. Que se calme la tempestad y sobrevenga la felicidad.

¡Oh! San Jorge, bendito benefactor de los menos favorecidos, socórreme para que mis caminos se abran y alcance la gracia del Señor. Amén.

Bendecido San Jorge, vengo a suplicar que me llenes de gracia para que pueda conseguir un trabajo digno y estable.

Tú que estás al lado de Dios, comprendes que estoy atravesando por una época de escasez y pobreza; por eso, te ruego piedad y sabiduría para que obtenga un empleo decente.

¡Oh! San Jorge, vence a los espíritus malignos que me impiden gozar de una vida bienaventurada. Que el mal no me siga persiguiendo ni afligiendo.

Adorado guerrero del Señor, bendíceme para que logre encontrar un buen empleo y, de esa manera, alcance la prosperidad y la serenidad que tanto anhelo. Amén.

Glorioso San Jorge, recurro a ti en búsqueda de misericordia, pues comprendes que estoy pasando por momentos difíciles y la oscuridad no me deja descansar en paz.

Tú eres un santo generoso y bondadoso con los más necesitados. Por eso, te suplico que me ilumines para que la prosperidad llegue a mi vida.

Haz que se aparten las envidias y los malos deseos de mis enemigos para que solo el amor y la tranquilidad perduren por el resto de la eternidad.

San Jorge, apiádate de mí y dame la luz necesaria para alcanzar el éxito y la fortuna. Que cualquier mala sensación se aleje de mi alrededor. Amén.