Oración A San Luis Beltran: Para El Mal De Ojo, Santiguar y Más

Querido San Luis Bertrán, te quiero pedir que me protejas del mal de ojo y la envidia. No permitas que las malas personas me logren afectar, porque mi fe en Dios jamás terminará.

Conviértete en mi fiel protector para que pueda cumplir todos mis propósitos sin que exista el peligro del egoísmo, que tanto mal le hace a las personas puras e inocentes.

Bondadoso santo, mírame con misericordia y no dejes que sea víctima de la perversidad, porque solo con tu compañía podré encontrar el sosiego y la tranquilidad.

Santo mío, en tus manos encomiendo mi bienestar, pues sé que no vas a ignorar esta humilde súplica. Amén.

¡Oh! Bondadoso San Luis Bertrán, te imploro santiguar a (nombre de la persona) para alejar todo mal y peligro que ronde su entorno.

Santigua su vida en el nombre de Dios para que jamás haya desgracias o enfermedades que lo/la hagan caer.

¡Oh! Santo del Señor, bríndale tu poderosa bendición para que el mal se aleje de su alrededor, porque en su camino solo habrán alegrías y buenas acciones.

Coloca tu sagrado crucifijo sobre él/ella y encárgate de santiguar su vida, porque con la compañía de Dios nada ni nadie lo/la podrá afectar. En ti confío. Amén.

¡Oh! Amado San Luis Bertrán, hoy te suplico ensalmar a (nombre de la persona) para que logre superar la adversidad por la que está atravesando en este momento.

No permitas que la perversidad se siga apoderando de su interior. Expulsa todo el mal que le impide levantarse de nuevo.

Tú sanaste un gran número de enfermos a lo largo de tu vida, por lo que tengo la certeza de que lo/la podrás ayudar a salir de la oscuridad en la que se encuentra.

¡Oh! San Luis Bertrán, te pido en nombre de Jesucristo ensalmar a (nombre de la persona), quien tanto necesita de tu sagrada misericordia. Amén.

Venerable San Luis Bertrán, tú que hablabas múltiples lenguas y curabas a los más enfermos con tan solo una oración, ayúdame a combatir todo el mal presente a mi alrededor.

El Señor te regaló el don de luchar contra el mal, por lo que te imploro que derrames tu misericordia sobre mí para que nada ni nadie me haga daño.

Bendíceme con tus santos manos y el mal no volverá nunca más a mi vida, porque con ellas sanaste a los enfermos, venciste las sequías y apagaste los incendios.

Poderoso Santo de Dios, escúchame, por favor. No dejes que el mal o los peligros afecten mi tranquilidad. Amén.