Oración A San Simón: Para El Amor, Para El Dinero y Más

Alabado San Simón, apóstol y seguidor del Señor, me arrodillo ante ti para pedir que me regales tu sagrada bendición en el amor.

Ayúdame a encontrar el amor verdadero y no permitas que los malos deseos de los demás me condenen a vivir en la desdicha.

Haz que la luz brille en mi vida y la oscuridad no me vuelva a atormentar. Permite que encuentre a una buena con la que pueda compartir el resto de la eternidad bajo la gloria de Dios.

San Simón, escúchame y no me desampares, por favor, pues tengo la certeza de que a tu lado encontraré la felicidad eterna. Amén.

¡Oh! Admirable San Simón, tú que fuiste elegido por el Señor para predicar su palabra y ayudar a los menos favorecidos, concédeme la gracia de alcanzar la prosperidad.

Haz que a mi vida llegue la abundancia y el dinero no sea la causa de los problemas. Permite que la escasez se mantenga alejada de mi alrededor.

Ilumíname y guíame por el sendero de la bienaventuranza, en el cual no haya miseria ni pobreza. Que lo único que encuentre sea la riqueza.

¡Oh! Bendito apóstol de Jesucristo, favoréceme con dinero y fortuna. No permitas que las dificultades financieras me arrebaten la serenidad. Amén.

Querido San Simón el Cananeo, vengo ante ti a suplicar que me regales la gracia de (nombrar el favor), pues yo confío en tu piedad y misericordia.

Tú que ayudaste a los más necesitados cuando nadie los auxiliaba, acuérdate de mí y lléname de gracia para que todos mis deseos se hagan realidad.

Dame una luz de esperanza para que logre encontrar una solución a todas mis dificultades y el sufrimiento se aleje.

Venerable santo de Dios, te agradezco por escuchar mis peticiones y no abandonarme, porque a tu lado siempre encontraré la paz y el descanso. Por los siglos de los siglos. Amén.

Alabado San Simón, te solicito que desesperes a (nombre de la persona) para que solamente piense en mí y olvide a las demás mujeres.

No dejes que encuentre la tranquilidad ni de noche ni de día. Permite que yo siempre esté presente en sus pensamientos para que comprenda que debe venir a buscarme.

Ayúdame a conseguir su amor y no dejes que la debilidad lo aparte de mi lado. Que los deseos carnales y las tentaciones no confundan su mente.

Bondadoso apóstol de Cristo, desespera a (nombre de la persona) y siembra el amor en su corazón para que podamos compartir el resto de la eternidad. Amén.

Me arrodillo a tus pies para implorar que me libres de las malas intenciones de mis enemigos. Que su envidia y rencor no me causen más dolor.

No permitas que sea víctima de sus hechizos, conjuros o maldiciones. Hazlos reflexionar para que comprendan que deben desistir de sus malos pensamientos y regresar con el Señor.

Cúbreme con tu sagrada manto y ayúdame a alcanzar la tranquilidad de estar libres de sus malas acciones. Protégeme de todo mal y peligro que se encuentre a mi alrededor.

Sagrado discípulo de Jesús, protégeme de las malas acciones de mis enemigos y no me dejes caer en la tentación. Amén.

Amado San Simón el Zelote, apóstol de Jesús, te suplico que me des la sabiduría necesaria para ganar la lotería, pues sabes que esa es la única solución a todas mis necesidades.

Tú que fuiste escogido por el Señor para servir a los menos favorecidos y evangelizar a los infieles, ten misericordia de mí y concédeme la gracia de alcanzar la abundancia.

Lléname de fortuna y entendimiento para que adquiera el número ganador de la lotería y mi vida mejore para bien.

San Simón, acuérdate de esta humilde petición y ayúdame a ganar la lotería. Te prometo que en los tiempos de prosperidad no me olvidaré de ti. Amén.

¡Oh! Glorioso apóstol de Cristo, separa a (nombre de las personas), pues tú sabes que no son buenos hijos de Dios. Impide que sus malas sensaciones me sigan causando daño y dolor.

Derrama tu misericordia sobre ellos y aléjalos para siempre. No permitas que vuelvan a verse o hablarse.

Comprendes que no busco arruinar la vida de ninguna persona, sino que únicamente quiero descansar en paz sin que su maldad me afecte.

¡Oh! Bendito santo del Señor, escúchame y cumple mis súplicas para que esas malas personas no sigan haciendo el mal. Amén.

San Simón, hoy vengo a pedirte humildemente que me bendigas para que (nombre de la persona) regrese conmigo. Siembra de nuevo el amor y aleja el rencor.

Sabes que se encuentra poseído/poseída por la soberbia y el odio. Por eso, te imploro que lo/la purifiques para que el amor regrese a su corazón.

Haz que reflexione sobre sus malas acciones para que comprenda que el resentimiento no conduce a nada bueno y, de esa manera, regrese a mi lado.

Bondadoso San Simón, en tus manos deposito esta petición, pues tengo la certeza de que no me vas a desamparar. Amén.

Por el gran poder del apóstol San Simón, yo domino a (nombre de la persona) para que su alma, mente y corazón solamente sean míos y de nadie más.

No podrá pensar o sentir nada por otra persona que no sea yo, porque San Simón lo impedirá. Que sus pensamientos y sentimientos me pertenezcan únicamente a mí.

Cuando las debilidades y los deseos carnales aparezcan en su vida, él me ayudará a controlar su mente para que no caiga en las tentaciones.

Confío en que San Simón podrá dominar el alma, la mente y el corazón de (nombre de la persona), porque su bondad no tiene límites. Amén.

San Simón, misericordioso apóstol de Jesús, hoy vengo a rogarte que me protejas de todo mal. Cúbreme con tu sagrado manto y nada ni nadie me podrá lastimar.

Comprendes que estoy siendo acechado por la maldad. Por esa razón, te imploro que me cuides, pues tú eres un santo que posee la facultad de alejar los infortunios.

Conviértete en mi fiel protector y no me dejes caer en el valle del dolor. Acompáñame en todo momento y guíame hacia el Reino de los Cielos.

Venerable San Simón, no me desampares ni de noche ni de día, porque bajo tu amparo no habrá desgracia ni penuria que me aflija. Amén.

Glorioso San Simón, te suplico que me favorezcas para que en mi negocio haya prosperidad y abundancia. Aparta cualquier maldición o envidia que pretenda provocar escasez.

Haz que mi negocio sea un emprendimiento exitoso, permitiendo que los clientes lleguen y las ventas aumenten. Que las desgracias jamás lo lleven al horrible abismo de la quiebra.

Tú que eres uno de los discípulos de Jesús, socórreme y muéstrame el camino correcto para encontrar la riqueza.

San Simón, apiádate de mí y concédeme la gracia de alcanzar la fortuna para que nada ni nadie arruine mi emprendimiento. Amén.

¡Oh! Admirable San Simón, tú que eres símbolo de esperanza y amor, ayúdame a encontrar un empleo digno y bien remunerado. Sálvame de los problemas económicos, por favor.

Haz que se alejen las malas sensaciones para que no continúe siendo víctima de la miseria. Permite que la prosperidad y los buenos deseos me guíen hacia la estabilidad.

¡Oh! Amado santo de Dios, concédeme la gracia de obtener un trabajo decente y líbrame de las necesidades que me acechan.

Confío en que me iluminarás con tu luz celestial para que logre conseguir un buen empleo y queden atrás las dificultades financieras. Amén.

San Simón, bienaventurado seas, pues fuiste elegido por Jesús para predicar su palabra y ayudar a los menos favorecidos sin importar el momento o la dificultad.

Hoy te ruego que me ilumines para que la prosperidad llegue a mi vida y la oscuridad se aparte. Lléname de buena suerte y no dejes que las desgracias me sometan.

Mírame y ten compasión de mí, pues sabes perfectamente que estoy siendo acosado por las penurias. Es por eso que en tus manos encomiendo mi bienestar.

Bendito apóstol, escucha mis súplicas y no me desampares, por favor. Haz que la prosperidad me permita gozar de una vida feliz y serena. Amén.

Admirable San Simón, tú que fuiste elegido por Jesucristo para evangelizar y salvar a los infieles de la perdición, ayúdame a obtener el dinero que me debe (nombre de la persona).

Hazlo reflexionar para que comprenda que huir de sus obligaciones es un pecado y que debe pagarme el dinero adeudado.

No permitas que encuentre la tranquilidad hasta que me pague todo el dinero que me adeuda. Que la responsabilidad sea más fuerte que los malos pensamientos.

Amado discípulo de Cristo, permite que el dinero prestado regrese a mí y multiplícalo para que no haya necesidades ni dificultades en mi vida. Amén.

Querido San Simón el Cananeo, quiero rogarte que me regales sabiduría y entendimiento para que encuentre la prosperidad en el estudio.

Aparta la pereza de mi alrededor para que logre cumplir cada uno de mis propósitos. Permite que pueda estudiar tranquilamente sin que nada ni nadie me desconcentre o confunda.

Dame fortaleza para superar con ímpetu cada uno de los obstáculos que se interpongan en mi camino. Que las dificultades no me arrebaten mis deseos de gozar de una vida mejor.

San Simón, lléname de gracia y guíame por el sendero de la bienaventuranza para que alcance la fortuna en mis estudios. Amén.