Oración A Santa Cecilia: Por Los Músicos, Para El Amor y Más

Gloriosa noble romana, te imploro que me bendigas para que sea un buen músico y me des la sabiduría necesaria para tocar correctamente mi instrumento o cantar de la manera adecuada.

Ilumíname para que logre alcanzar la prosperidad y la fortuna en esta bella profesión de la música. Aleja a las personas que siembran el egoísmo y la envidia en mi vida.

Santa Cecilia, hazme un músico humilde y sabio; no permitas que sea víctima de la avaricia o la soberbia, que tanto mal generan.

Señora, intercede por mí ante Dios Padre para que todos mis propósitos y proyectos se hagan realidad. Amén.

Querida Santa Cecilia, noble romana y mártir de la Iglesia, regálame tu bendición para que pueda experimentar el sentimiento más bonito que Dios creó.

Siembra buenas sensaciones a mi alrededor y dame la esperanza necesaria para vencer a la oscuridad que no me deja ser feliz.

Muéstrame la manera indicada para conocer a la persona con la que Dios desea que comparta el resto de mi existencia y prometo agradecerte cada día.

Santísima señora de Roma, permite que el amor y la felicidad guíen mi camino. Cúbreme con tu sagrado manto para que los resentimientos nunca tomen posesión de mi corazón. Amén.

¡Oh! Alabada Santa Cecilia de Roma, que sufriste la persecución de los infieles; ayúdame a ser cada día una mejor persona y, sobre todo, un mejor católico.

Fuiste cruelmente martirizada por tu fe, pero, aun así, jamás renunciaste a creer en Dios. Por eso, ruego que me regales un poco de tu fortaleza para que las debilidades y los malos deseos no logren seducirme.

Bendíceme para que el amor y la prosperidad salven mi vida de la tristeza y la miseria que me acechan.

¡Oh! Humilde mártir romana, apiádate de mí y no me desampares, porque sé que a tu lado encontraré la paz y la tranquilidad. Amén.

Amada Virgen de Roma, que diste tu vida por amor a Dios, sálvame de las angustias y las dificultades que me persiguen. De manera fervorosa te imploro que (nombrar el favor).

Me postro a tus pies para pedirte que derrames tu misericordia y bondad sobre mí, alejando cualquier rastro de perversidad que busque llevarme hacia la infelicidad.

Tú sabes que las necesidades y los problemas me impiden descansar en paz, por lo que yo te pido aquí y ahora que (nombrar el favor).

Santa Cecilia, concédeme el milagro que te pido, pues nunca se ha escuchado que hayas ignorado las súplicas de tus fieles. Amén.