Oración Al Ángel De La Guarda: Para Niños, Para Dormir y Más

Ángel de la guarda que me proteges de todo mal, te ruego que cuides mi alma y cuerpo mientras descanso. En ti confío mi seguridad, porque tú eres el enviado de Dios.

Sagrado ángel protector no me abandones durante mis sueños. Contigo a mi lado siento que la maldad no me podrá afectar en ninguna de sus distintas representaciones.

Tú eres mi compañía, quien nunca me desampara. Bienaventurado seas entre todos los ángeles. Con tu ayuda mi ascenso al Reino de Dios será más sencillo.

Te agradezco de todo corazón por siempre protegerme y te prometo que siempre tendré fe en ti incluso en los peores momentos. Amén.

Ángel de la guarda, tú que vigilas todo y siempre estás presente a cada instante, bendice a esa persona que tanto lo necesita.

¡Oh! Ángel defensor, aleja la envidia y malos deseos de la vida de esa persona. Protégela por favor, pues tú sabes que no está pasando por su mejor momento.

Mi anhelo es que no sufra más y sé que con tu auxilio y el de Dios Padre eso no volverá a suceder. Misericordioso ángel custodio guía su camino.

Te suplico que nunca la desampares y siempre la cubras de todo mal con tus sagradas alas bendecidas por el Señor. Amén.

Ángel de la guarda que siempre proteges a mi hijo, te invoco con toda la fe para que nunca lo desampares y logres alejar la maldad de su alrededor.

Él tan solo es un niño que vive en un mundo de injusticias y tentaciones, por eso te imploro que evites que las malas influencias desvíen su camino.

Ángel bondadoso, enviado especialmente por Dios para cuidar a mi hijo, te solicito lo ayudes en todo momento porque él es lo más importante en mi vida.

No te apartes de su lado, por favor, ángel del Señor. Yo siempre te lo agradeceré y rezaré en tu nombre cada día con absoluta devoción. Amén.

Dulce ángel de la guarda, tú que eres la protección designada por el Señor, no me abandones en los momentos complicados. Yo te prometo que mi fe y devoción hacia ti jamás desaparecerán.

¡Oh! Ángel custodio, enviado por orden de Dios, protégeme de todo mal que se presente en mi vida. ¡No me abandones! ¡No me abandones!

Socórreme cuando la oscuridad no permita que piense claramente. Evita que los infortunios afecten mi entorno. Aleja de mi alrededor la maldad.

Ángel del señor, defensor, guardián, en tus manos encomiendo mi seguridad. Nunca me desampares. En ti confío. Amén.

Alabado ángel, bienaventurado seas, porque Dios Nuestro Señor te ha regalado el mayor de los poderes, que es ser uno de sus fieles soldados.

El Creador te ha encomendado ser mi guardián y siempre defenderme. Pero en esta ocasión no vengo ante ti para pedirte protección, sino para que seas mi mensajero.

Tú que siempre me has acompañado, comprendes que amo profundamente a mi pareja y deseo que regrese a mi lado. 

Envíale mi mensaje de amor y dile que Dios ha unido nuestros caminos y que su voluntad es que estemos juntos.

Te juro, ángel misericordioso, que en esta nueva oportunidad no volveré a cometer los mismos errores del pasado. Amén.

Ángel de la guarda que me proteges de todo mal y siempre estás a mi lado, deseo que me ayudes a encontrar el amor que el Señor ha elegido para mí.

Ilumina mi vida y muéstrame el camino indicado para que la felicidad llegue. ¡Oh! Dulce ángel, ¡oh! Ángel mío, permite que cumpla los designios de Dios.

Ángel protector, tú que me acompañas en todo momento comprendes lo maltratado que está mi corazón. Por eso te ruego me auxilies.

Glorioso ángel, anhelo encontrar el amor de mi vida y compartir con esa persona especial el resto de la eternidad bajo la voluntad de Dios. Amén.

Ángel de la guarda de mi ser amado, te ruego que lo protejas del peligro y lo acompañes en todo momento, porque con tu ayuda jamás sentiré preocupación.

Iluminado ángel, sabes que esa persona es mi mayor felicidad y deseo que nunca le suceda nada malo ni tampoco caiga en las tentaciones de este mundo.

Bondadoso ángel, evita que mi ser amado me engañe o quiera abandonarme, porque el designio del Señor mi Dios es que los dos permanezcamos unidos ante cualquier adversidad.

¡Oh! Amado ángel, ¡oh! Sagrada compañía, ¡oh! Dulce custodio; te imploro me escuches y atiendas mi súplica. En ti confío, guardián del Señor. Amén.

Hoy te invoco ángel de la guarda que me has acompañado desde el día de mi nacimiento.

Quiero que alejes a las personas que me hacen daño, porque necesito urgentemente que me auxilies.

Santo ángel del Señor por favor evita que las desgracias continúen afectando mi vida. Sé que tú me escuchas, porque siento tu presencia.

Tú más que nadie me conoces, ángel bendito, y sabes que te necesito. Tengo la certeza de que esa también es la voluntad de nuestro Padre.

Ángel mío, atiende esta humilde petición y no me desampares, como yo tampoco nunca perderé la devoción en ti. 

Yo siempre te seré fiel. Amén.