Oración Para Niños: En Su Día, Corta, Enfermos, Primaria y Más

Hoy que es mi día, te agradezco señor Jesucristo. Que me has cuidado desde mi primer paso hasta el día de hoy. Gracias señor por poner en mi camino unos padres amorosos que aunque no escogí, me han brindado lo mejor de ellos.

Yo se que me cuidas como el primer día, se que me proteges como mis padres lo hacen; se que te mantienes a mi lado en cada instante, como el ángel de la guarda que me has asignado.

Se que soy afortunado de que me cuides, pues en cada paso que doy tu me acompañas; en cada instante de silencio, tu me observas y cada palabra que digo es escuchada por ti.

Por eso, mi señor Jesucristo, te pido que este día me sigas cuidando aun cuando mis padres no están. Cuídame como el día en que nací, como mi primer año o la primer caída que tuve. Cuídame como tu lo sabes hacer, Dios, que yo siempre estoy consciente de que a mi lado estas. Amén.

Dios Padre, Dios Hijo y Madre María, ruego que me bendigan y acaben con el mal que causa mi enfermedad.

Padre Creador, te ruego que me salves de la enfermedad y no permitas que vuelva a mi cuerpo en el futuro. 

Señor Jesús, deseo que me cures para poder jugar, estudiar e ir a la Iglesia a alabarte. Todas esas actividades las pueden hacer los niños sanos, pero mi enfermedad me impide ser feliz.

Madre María, ayúdame, por favor. Yo soy tu hijo y necesito de tu auxilio. Cura el mal que me aqueja así como siempre protegías a Jesús durante su infancia. Amén.

Dios mío que estás en los cielos y nunca abandonas a tus fieles hijos, te solicito que me llenes de sabiduría para obtener los resultados que deseo en la escuela.

Ilumina mi mente para que adquiera los conocimientos necesarios para avanzar de curso. Sé que tú y mis padres han puesto toda su confianza en mí y no quiero decepcionarlos.

Padre Nuestro, te prometo no caer en las tentaciones y siempre asistir al colegio y estudiar dedicadamente. Confío en que tú me ayudarás a entender cada asignatura.

Te agradezco por socorrerme oportunamente. Amén.

Dios mío, padre de Jesús y de todos nosotros, te ruego que me des felicidad. Manda a tus ángeles para que impidan que te ofenda, por favor.

Señor, confío en que nunca me abandonarás, porque siempre acompañaste al divino niño Jesús durante su infancia y te encargaste de que se convirtiera en el redentor de nuestros pecados.

Te agradezco por todos los regalos que me has dado y perdón por algunas veces no valorar todo lo que tengo, porque sé que tú me has bendecido con una gran familia. Amén.

Padre mío, te doy las gracias por todo lo que me has regalado, pues nunca me ha faltado el amor de mis padres, la comida, el estudio o la amistad.

Pido que me perdones por todas las ofensas que te he hecho, pues sé que cuando las hago sientes decepción y tristeza.

Prometo que a partir de hoy no volveré a realizar algo que te ofenda ni tampoco voy a desobedecer a mis padres o profesores.

Protégeme de todo mal en la escuela y bendice mi mente para que esté atento y enorgullezca a mis seres queridos. Amén.

Señor Dios que siempre me observas y vigilas que no me suceda nada malo a través de tu ejército de ángeles. Te pido que me protejas de todo mal a mí y también a mi padre, madre y demás familiares.

Gracias por todo lo que me has regalado, Padre. Te agradezco por tener una familia amorosa, una buena casa y por nunca hacerme falta la comida.

Cuida de mí en el camino a la escuela y aleja todo lo malo. También bendice mi mente para que durante las clases aprenda todo lo necesario.

Te ruego que me bendigas, por favor. Amén.

Señor Jesús, te imploro que me acompañes por el resto de la vida. Nunca te despegues de mi lado, porque yo sé que contigo encontraré la paz y la felicidad.

Jesucristo, sé mi santo pastor y no dejes que las malas personas intenten hacerme daño o afectar a mi sagrada familia.

Deseo que me brindes la alegría y la inocencia que tenías cuando eras niño. A mis padres, llénalos de paciencia y amor para que en los momentos complicados no me regañen.

Te doy las gracias por jamás olvidarme y en todo momento estar junto a mí a pesar de que a veces hago cosas que te ofenden. Amén.

Jesucristo, enséñame a amar y a perdonar a los demás como tú lo hiciste con tus discípulos.

Te ruego que me guíes por el camino del amor a Dios y el perdón. No dejes que me pierda en el egoísmo ni tampoco en el odio, que tanto mal le hacen a las personas.

No permitas que me aleje de ti, pues eres el mejor amigo que puedo tener en la vida. Tú sabes todo sobre mí, por lo cual me puedes proteger.

Aleja el odio de mi alrededor para que jamás ofenda a mis padres o a mis amigos.

Hágase tu voluntad, señor Jesús. Amén.

Señor Dios, te agradezco por haberme enviado a uno de tus ángeles para que me resguardar de todo mal, pues él me cuida muy bien y nunca me desampara, siendo también para mí un amigo.

Perdóname por todas las ofensas que he cometido, pues sé que no te agradan y solo te causan tristeza. Prometo que desde ahora mi comportamiento será mejor.

Bendice mi hogar y no permitas que la maldad afecte a mis seres queridos. Mi único deseo es que nos regales amor y felicidad para que nunca haya odio ni tampoco.

Confío en que por tu gran amor no vas a ignorar mi llamado. Amén.

Señor Jesucristo, tú que siempre defendiste el amor y el perdón, no dejes que el rencor domine mi vida, por favor.

Líbrame del mal y no permitas que pierda la fe en ti, pues las personas malignas no quieren que esté contigo.

Te pido de todo corazón que me bendigas a mí y a mis padres para que nunca nos falte la bendición del Señor.

Haz que sea un buen niño en la escuela, el hogar y la catequesis para que no ofenda a las personas que más quiero.

Querido Señor Jesús, no olvides que te amo. Amén.

Padre Dios, ruego que cuando me vaya a dormir te apoderes de mi mente y espíritu para que los malos sueños no me asusten.

Dile a mi ángel de la guarda que nunca me deje solo durante la noche, porque sé que con él estaré protegido por ti.

Señor Todopoderoso, no permitas que la maldad entre en mis sueños, pues solo anhelo soñar contigo y tus ángeles.

Te pido que cuando me acueste no me desampares, por favor, pues necesito de tu compañía para que pueda dormir en paz y tranquilidad, sabiendo que tú me cuidas de la maldad. Amén.