Oración a Santa Elena: Para Desesperar, Para El Amor y Más

Por el sagrado poder de Santa Elena, fruto del amor y la misericordia de Dios, yo te ordeno a ti, (nombre de la persona), que solamente pienses en mí.

Nadie más estará en tu mente, porque yo seré lo único en lo que pensarás y desearás.

Cuando te vayas a dormir, me recordarás. Al despertar solo que me querrás ver a mí. Durante tus labores diarias me extrañarás.

Solamente yo estaré presente en tu pensamiento, porque Santa Elena, madre del gran Constantino I y mártir de Constancio I, así lo desea. Amén.

¡Oh! Gloriosa Santa Elena, tú que siempre escuchas mis súplicas y jamás me desamparas en los tiempos de dificultad, te imploro que hagas posible que (nombre del ser amado) regrese a mi lado.

Sabes que los espíritus malignos han cumplido su deseo de separarnos, pero tú te encargarás de sembrar de nuevo el amor en el corazón de él/ella.

Entiendes que nosotros nos amamos de verdad, pero el mal ha actuado y nos ha alejado. Por eso, quiero que ilumines su mente para regrese conmigo.

¡Oh! Santa Elena, haz que vuelva a mi lado para que compartamos el resto de nuestros días bajo la protección del Señor. Amén.

Venerable Santa Elena de Constantinopla, ruego que te compadezcas de mí y me ayudes a encontrar (nombrar lo perdido), pues tú sabes que no puedo recordar en qué lugar está.

Ilumíname para que encuentre lo que en este momento me genera incertidumbre. No permitas que la desesperación domine mi mente, por favor.

Santa Elena, para ti nada es imposible, por lo cual yo te imploro que me auxilies ahora mismo y así logre encontrar lo que tanto necesito.

Bríndame la sabiduría necesaria para que siempre esté concentrado/concentrada y nunca más vuelva a olvidar lo que para mí es importante. Amén.

Santa Elena, tú que hallaste las reliquias de la Cruz de Cristo, ayúdame a encontrar el verdadero amor, porque sé que lo puedes hacer posible.

Hallaste la Vera Cruz en el monte Calvario y desde ese día tu vida cambió, porque Jesús derramó sobre ti su divinidad.

Tú eres una santa piadosa y que jamás abandona a sus hijos, por lo cual yo te pido que me regales la oportunidad de ser feliz en el amor.

¡Oh! Santa Elena de la Cruz, ruego que me ilumines para que mi vida amorosa mejore y la tristeza y la desolación jamás atormenten mi corazón. Amen.

Alabada y bondadosa Elena de Constantinopla, tu piedad no tiene límites, por lo que siempre ayudas a los menos favorecidos.

Vengo a implorarte que me bendigas para que el amor se apodere de mi corazón, afligido y lastimado por el odio y la envidia de mis enemigos.

Te suplico que no dejes que la soledad continúe consumiendo mis días, ya que su único propósito es conducirme al valle de la perdición.

Ayúdame a encontrar una persona con la que pueda compartir el resto de la eternidad. Intercede por mí ante Dios para que se compadezca de su humilde siervo/sierva. Amén.

Santa Elena, viajaste a Jerusalén en busca de la Santa Cruz y encontraste las reliquias en el monte Calvario. Decidiste derribar los templos paganos en Jerusalén para construir iglesias en honor a Dios.

Tu estancia en Jerusalén te llevó a conocer los lugares sagrados donde Jesús vivió sus últimos días. No dejaste de cavar el monte Calvario hasta no haber encontrado la Cruz de Cristo.

Por tu fortaleza y fe, Dios te eligió para ser santa y ayudarnos a nosotros en los momentos difíciles.

Ruego que me bendigas para que encuentre todo lo que busque en la vida. No me abandones, porque yo confío en tu bondad y misericordia. Amén.

Querida Santa Elena, bendecida y privilegiada por Dios, te imploro que (nombre del ser amado) venga hacia mí en este momento.

Siembra amor en su corazón para que él/ella tenga el deseo de encontrarse conmigo y formar una relación bajo la bendición del Señor. ¡Oh! Santa Elena, haz que la persona que tanto quiero me busque, por favor.

Aleja de su vida a las personas que intenten confundir su mente y corazón. Permite que únicamente sea yo quien siempre esté presente en sus pensamientos.

Te ruego que hagas realidad este humilde favor que imploro a tus pies. Amén.

Ahora solo pensarás en mí, porque Santa Elena, patrona de los matrimonios difíciles, está conmigo y no me desamparará. Ella purificará tu espíritu para que las tentaciones no nos vuelvan a agobiar.

El rencor y la desesperanza abandonarán tu corazón en este instante para darle paso al amor y la ilusión. Todo rastro de maldad se marchará de nuestro alrededor, pues estaremos bajo el cuidado de Santa Elena.

Los demonios que te acechan no lo harán más, porque Dios, mediante la intercesión de Santa Elena, nos unirá. Ella tomará control de ti para que no te vuelvan a atormentar y solo me quieras a mí.

¡Oh! Santa emperatriz, ayúdame. Amén.

Santísima Elena de Constantinopla, durante años sufriste porque tu esposo te engañaba con otra mujer en tu propio hogar, pero siempre fuiste fuerte ante la adversidad.

Tú más que nadie comprendes mi dolor, por eso te ruego que alejes a las personas que pretenden destruir mi hogar, pues sabes que te lo pido de todo corazón.

Señora, impide que otra persona separe lo que Dios ha unido, ya que nuestro amor podrá superar cualquier adversidad.

¡Oh! Santa Elena, en ti deposito mi confianza, porque tengo la certeza de que me concederás el favor que te solicito. Amén.

Santa Elena, protectora de los enamorados y esperanza de los solitarios, acudo a ti en búsqueda de ayuda, pues deseo que (nombre de la persona) me llame ahora mismo y suplique que lo/la perdone.

No permitas que el odio y la desolación destruyan su corazón, pues ese es el propósito de la maldad. Derrama un poco de tu amor y esperanza sobre él/ella para que reflexione sobre sus actos y desee hablar conmigo.

¡Oh! Santa Elena de Constantinopla, controla su mente para que su único anhelo sea llamarme. Amén.

A partir de este momento tu alma, corazón y mente me pertenecen. Tú, (nombre de la persona), solo desearás estar conmigo y nadie más.

Santa Elena, patrona de los matrimonios difíciles, me ayudará a dominar tus pensamientos, espíritu y corazón.

No caerás en las dulces tentaciones que Satanás coloque.en tu camino, pues tu destino es estar junto a mí por el resto de la eternidad bajo la bendición de Dios y Santa Elena de Constantinopla.

Te mantendrás a mi lado sin importar las necesidades. En los momentos de oscuridad, no te alejarás de mí, ya que nuestra Santa nos brindará la fuerza necesaria para superar las adversidades. Amén.