Oración Hoʻoponopono: Para Prosperidad, Amor, Abundancia y Más

Dios mío, te doy las gracias por todo los favores que me has regalado y ruego ante ti que me ayudes a encontrar el amor.

Lo siento, siempre caigo en las tentaciones del mal y en ocasiones me olvido de tu grandeza. Sin embargo, tú siempre estás acompañándome y nunca me desamparas, por eso yo te amo.

Perdóname por todas las ofensas que he cometido en contra tuya. Te prometo jamás volver a hacerlo.

Padre, encárgate de limpiar mi espíritu para que elimines todo lo que me causa daño y no permite que encuentre el amor más puro.

Recuerda que yo te amo. Gracias de todo corazón. Amén.

Dios, lo siento por todas los pecados en los que he incurrido a lo largo de mi vida. Perdóname, pues constantemente caigo en las tentaciones.

Te doy las gracias porque tú eres el único que no me abandona en los momentos complicados. Te amo Señor.

Yo digo: «Llovizna, llovizna, llovizna» para que la abundancia y la riqueza lleguen a mi vida. 

Anhelo que en todo momento haya prosperidad económica en mi vida. Deseo que nunca me falte el dinero.

Limpia mi alma de todas las impurezas presentes y lléname de tu gracia.

Llovizna, llovizna, llovizna; nunca más habrá algún problema económico en mi camino. Amén.

Hojas de otoño, mi mente y cuerpo sanan del peligro gracias a las bendiciones que me regala el Creador.

Hojas de otoño, todo el mal que me aqueja se marcha y no regresa.

Padre, purifica mi alma para que todos los problemas terminen y, de esa manera, pueda sanar físicamente.

Te suplico que limpies mi cuerpo de cualquier enfermedad o infortunio que me afecte.

Lo siento de todo corazón. Perdóname, por favor. Gracias señor, yo te amo infinitamente. Amén.

Dios, deseo que purifiques mi alma de las malas energías que me impiden adelgazar y solo quieren que en el futuro tenga sobrepeso y nunca encuentre la felicidad.

Señor, limpia mi cuerpo que se encuentra lleno de problemas y mi mente que está invadida por las inseguridades. Te lo ruego de todo corazón.

Perdóname por caer en la gula, pecado capital que me ha llevado a imaginar una apariencia basada en las falsas creencias.

Hojas de otoño, todos los pensamientos negativos sobre mi cuerpo los suelto para no volver a tenerlos. Doy las gracias porque sé que voy a adelgazar con tu ayuda. 

Hágase tu voluntad. Amén.

Dios mío, Dios mío, quiero que limpies mi relación de todo el mal que me causa tantos problemas.

Hágase tu voluntad Señor y permite que la relación que tengo en este momento perdure por el resto de la eternidad bajo tu bendición.

Purifica mi alma y la de (nombre del ser amado) para que la maldad no logre cambiar nuestro destino.

Quiero que nunca más volvamos a pensar en los malos recuerdos que tanto daño nos han hecho.

Te doy las gracias por auxiliarme y limpiar mi relación de los problemas y malos sentimientos, bondadoso Padre Creador.

Dios, te amo.

Hágase tu voluntad. Amén.

Lo siento por no cuidar bien de mi salud, pues los problemas me han desconcentrado impidiendo que me proteja del mal.

Perdóname por los pecados en los que he incurrido durante todos estos años. Te prometo que no volverá a suceder, ya que tú no permitirás que caiga en las tentaciones.

Te doy las gracias por darme una buena salud y siempre estar en buen estado. Sé que en el futuro seguirá siendo así, porque esto es momentáneo y tú me ayudarás.

Dios, bendice mi vida, porque yo te amo. Sana mi cuerpo de todo los problemas que me aquejan en forma de enfermedades. Amén.

Llovizna, llovizna, llovizna, el dinero vendrá hacia mí rápidamente. La abundancia llegará a mi vida y nunca más se apartará.

Los problemas económicos son parte del pasado, así que yo los suelto para que nunca más regresen.

Flores de primavera, las monedas invaden mi destino y la escasez termina.

Llovizna, llovizna, llovizna, la riqueza y la prosperidad colman mi camino. Los miedos del pasado quedan borrados.

Flores de primavera, todo el dinero viene a mi entorno y los ingresos me alcanzan e incluso sobran.

Gracias, muchas gracias, porque sé que el dinero volverá hacia mí y jamás me hará falta. Amén.